Una de mis aficiones es debatir temas de nacionalismos, en especial del nacionalismo vasco. En fechas recientes, he comenzado a visitar el foro de nacionalismo catalán de ya.com. En él, uno de los colaboradores más activos es el moderador rlv6. Para quien desee aportar su opinión a dicho foro y no comparta las tesis de rlv6 le resultará útil lo siguiente.
El personaje de Robert Redford en "La última fortaleza" afirma: «Cuando juegas mucho tiempo al ajedrez con una persona, sabes que sus tres primeros movimientos son siempre iguales». Y rlv6 sigue una pauta de movimientos para contestar a las aportaciones al foro.
Primer movimiento: negación o declaración de falsedad. Suelen ser dogmáticas, por lo que no necesitan de demostración.
Segundo movimiento: cuando ya es imposible sostener la falsedad de la proposición, se desestiman, menosprecian, desdeñan o reinterpretan los datos que dan validez a la tesis contraria. Más adelante se afirma que no se ha producido el primer movimiento de negación.
Tercer movimiento: consiste en contraataques burlones, basados en argumentaciones "ad hominem" abusivas o circunstanciales, seguidos de una autoafirmación de superioridad (moral o ética, de conocimientos, inteligencia o juicio...) verbalmente agresiva, comportándose claramente como un zoilo. A partir de la cuarta o quinta respuesta, los argumentos se asemejan a un disco rayado y los ataques personales son cada vez más frecuentes.
El comportamiento respecto de los artículos periodísticos aportados al foro difiere según la procedencia de o la postura defendida por los mismos. Si la postura es favorable a las tesis de rlv6, se colocan los artículos tal cual, sin necesidad de comentarlos o criticarlos. Tan sólo merecen una defensa encendida y defensiva cuando son criticados por otros miembros del foro atacando básicamente al crítico y no a la crítica. En cambio, si los artículos son publicados en un medio que no posee el beneplácito nacionalista, o las tesis defendidas por los mismos son contrarias a las de rlv6, se realiza una crítica con pretensiones de rigor que resulta parcial y burda.
Desde fuera, es paradójico observar la cantidad de pruebas y manifestaciones que han de realizar los españolistas para obtener el marchamo de honestidad expedido por rlv6. Sin embargo, la coherencia de dicha certificación se viene abajo cuando se intenta aplicar a sus propias tesis. Recurrir al "yo no he dicho eso", citar fuentes anónimas o difíciles de comprobar, apelar a la sabiduría popular o reconocer abiertamente que no puede probar la afirmación, pero que no es necesario hacerlo, permite eludir elegantemente la incoherencia.
«Comprendo que nadie tiene derecho a exigir a sus críticos talento en la argumentación, pero uno suplicaría al menos originalidad en las bobadas» Fernando Savater, El País 15/7/97.
No hay comentarios:
Publicar un comentario