Que nadie se llame a engaño. La "devolución" de los "papeles de Salamanca" es un ajuste de cuentas. No tanto con el franquismo -recordemos que el dictador murió en la cama, pese a los denodados esfuerzos de los demócratas de toda la vida- como con España. Es más importante el Museo de Historia Nacional de Cataluña que cualquier museo español. De ahí que los papeles vayan a formar parte de dicho Museo Nacional(ista).
Decían sus partidarios que los papeles de la Generalidad permanecerían en el museo y los de particulares serían devueltos. Pero donde dije digo... Respecto a la devolución de los 'papeles' de los particulares, Mieras se limitó a señalar que "estamos siguiendo los pasos que marca la ley", identificando los documentos que posteriormente deberán digitalizarse y que "la comisión mixta de la archiveros del Ministerio y la Conselleria tendrán que examinar".
Por otro lado, el nacionalismo se comporta como siempre. Establece una exigencia cuyo cumplimiento es perentorio. Una vez conseguida, se olvida y se pasa a reclamar lo siguiente. El presidente del Parlament, Ernest Benach, celebró que los documentos "estén en su sitio, de donde no debían haber salido nunca", pero destacó que "quedan por resolver muchos otros aspectos para la recuperación de la memoria histórica".
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