Todos los grupos de la Cámara hemos aceptado de muy buen grado las flores y las hemos colocado en los escaños, menos los del PP. No veo qué pueden tener ellos en contra del proceso. Una cosa es la postura política y otra la hostilidad manifestada ante el Congreso y el rechazo absoluto a que les entreguen una flor.
Margarita Uría, del PNV, describía así la actitud de parlamentarios del PP que se negaron a aceptar una rosa de manos del grupo de actrices autodenominado Rosas Blancas por la Paz. Cada uno es cada uno, y no creo que los diputados populares rechacen una flor porque sí, sino por lo que significa. ¿Rechazaría la Sra. Uría un ramo de rosas? Un tal Alphonse Capone tenía por costumbre enviar ramos a quienes pensaba asesinar en breve o lo había hecho ya... ¡pobres flores!
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