Un adolescente turco de 16 años dió ese grito mientras tiroteaba al padre Andrea, sacerdote católico italiano. Su muerte ha tenido lugar como consecuencia aparente de la reacción musulmana a unas caricaturas publicadas en la prensa danesa el pasado septiembre. Dicha reacción ha llevado al Primer Ministro turco y a nuestro Presidente del Gobierno a firmar una columna conjunta en el International Herald Tribune en el que califican a las caricaturas de moralmente reprobables. Desgraciadamente, la muerte del padre Andrea no es reprobable moralmente o al menos no merece columnas en los periódicos.
Leo también que un diario iraní ha abierto un concurso de caricaturas para burlarse del Holocausto. Los diarios occidentales han publicado esas sacrílegas viñetas con el pretexto de la libertad de expresión, así que vamos a ver si mantienen lo que dicen y difunden también estas caricaturas sobre el Holocausto. No es la primera vez que se publican chistes sobre el asesinato indiscriminado de judíos -burlarse de una masacre parece algo de dudoso gusto, pero allá cada cual- o que el mundo musulmán hace gala de antisemitismo. Una novedad sería que la publicación de tales caricaturas provocasen una ola de reacciones violentas por parte de los judíos, lo cual no sucederá.
Pero me resulta en extremo curioso que las caricaturas se publicasen en septiembre y se produzcan ahora las reacciones, en especial en Irán. ¿Tendrá que ver el programa nuclear iraní con ello? ¿Y la victoria de Hamás en las elecciones palestinas? El Islam parece altamente selectivo en sus críticas.
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