Polémica absurda

Tras conocer la decisión del Gobierno de quitar los papeles de Salamanca, el Consejero Josep Bargalló comentó que la polémica en torno a los papeles de Salamanca es absurda porque en el siglo XXI se pueden digitalizar todo tipo de documentos. En su día se alegó que los papeles volverían a sus legítimos dueños, pero la Consejera de Cultura, Caterina Mieras, ha afirmado en Barcelona que los papeles de Salamanca serán depositados en el Archivo Nacional de Cataluña.

Bargalló tiene razón, es absurda. Si los documentos digitalizados son perfectamente válidos para el Archivo de Salamanca, también lo son para el Archivo Nacional de Cataluña, ¿no?. La segunda de las razones para devolverlos, que fuesen restituídos a sus legítimos dueños, no parece ser la idea de Caterina Mieras. Por otro lado, los papeles se incautaron mayoritariamente en Madrid y pertenecían al Gobierno de la República, no a la Generalidad. ¿Qué razones quedan entonces para una reclamación absurda?

Ya hace casi dos décadas desde que otro Gobierno socialista desmembrara un archivo público, pero ésta vez en beneficio propio. En 1987 se decidió regalar a la Fundación Pablo Iglesias material de la Guerra Civil. El director de la Fundación afirma que la devolución de dicho material se hizo con luz y taquígrafos aunque no haya sido capaz de aclarar por qué la fundación socialista recibió material que nunca fué suyo.